
En España somos muy tradicionalistas y nos cuesta abrir nuestras mentes a otras posibilidades. He estado en algunas hípicas y yeguadas y en casi todas me encuentro lo mismo, una gran mayoría de personas que dirigen estos lugares dedicados al caballo siguen con las tradiciones de sus padres y abuelos; no digo que no haya cosas que estén bien, pero creo que hay que tratar de ver que hay diferentes posibilidades de hacer las cosas.
A pesar de que muchos creen que al caballo hay que domarlo de una forma dominante, creo que no es así. En alguna ocasión he coincidido con personas que después de haber pasado su vida rodeada de caballos y de estar continuamente creyendo que por eso lo saben todo sobre él, me han demostrado que muchas veces no saben cómo tratar problemas muy simples. Montan bien, bueno, según su teoría de monta. Pues bien, ahora llega la hora de ir a cualquier lugar, vamos a subir el caballo al camión y él no quiere subir, necesitan que venga el mozo de cuadra, el potrero, etc… y ni así sube ¡hay que pegarle!, ¡joder que cabrón es, nunca quiere subir !, ¿cómo es posible que no aprenda? Palabras como éstas son las que siempre se dicen. Y digo yo, ¿cómo es posible que no aprenda el adiestrador? La educación de un caballo debe estar basada generalmente en la confianza mutua, el caballo debe ver en el adiestrador a una persona segura y tranquila.
Subir un caballo a un camión es cosa de niños, sólo hay que enseñarle. ¿Cuántos caballos hay que no le dan la pata al herrador? caballos que están cansados de competir, caballos mayores que lo único que han aprendido es que tienen que llevar encima a alguien que no tiene ningún tipo de respeto hacia él.
¡Ya está bien de criticar tanto la doma natural! Siempre que alguien llega buscando trabajo a algún lugar de éstos y dice que hace doma natural, rápidamente le dicen: ‘Eso no vale para nada, hablar con el caballo es una payasada’. A mí me han dicho en alguna ocasión que eso de hablar al caballo son mariconadas. Al caballo, según estas personas, hay que tratarle a palos, ésa es la mejor manera de enseñar.
¡Creo que no es ninguna payasada dar las gracias a cualquier ser que nos dé algo porque quiere hacerlo! Nosotros le pedimos que haga algo, y si se lo pedimos y lo hace, le damos las gracias dándole una caricia, un trozo de fruta o hablándole, y si no hace lo que le pedimos le mostramos cómo hacerlo pero sin agresividad.
Hay muchas personas que no creen en esto que llamamos doma natural y que yo llamaría doma cerebral, pues está basado en utilizar la mente, es decir, en pensar antes de hacer algo. (El adiestramiento cerebral está repleto de cosas positivas).
Adiestrar a un caballo con fuerza y agresividad es una auténtica pelea entre caballo y adiestrador; el adiestrador obliga al caballo a hacer algo y por lo general el caballo se niega, por supuesto el adiestrador se cabrea y lo obliga más y el caballo se niega más.
Con el adiestramiento cerebral no se obliga, ¡se enseña! Y ¿cómo se enseña? Lo primero que tenemos que hacer, es saber que estamos enseñando a un caballo, es decir, a un animal que es, en la cadena de la vida animal, una presa no un depredador. Por lo tanto, no tenemos que hacer que él nos vea como un depredador, porque entonces no querrá estar a nuestro lado y estará siempre en constante nerviosismo.
Si empezamos por ver en el caballo a un ser que siente física, y psíquicamente, si pensamos que lo que queremos de él es que nos acepte encima y que cuando estemos con él no sólo vamos a pensar en pasarlo bien nosotros, sino que también vamos a pensar que él se siente cómodo, si empezamos pensando así, todo irá bien. Después podremos ir enseñándole a que haga lo que queramos pero sin obligarle, es decir sin forzarle y tratando que en todo momento haya buen rollo entre los dos, caballo y humano. A partir de ahí, podremos enseñar a nuestro caballo a que haga cualquier cosa, piafe, pasa etc…, movimientos que él ya sabe hacer y que los hace solo en libertad y cuando quiere. Nosotros lo que tenemos que hacer es enseñarle a que lo haga con nosotros encima y para eso sólo hay dos formas: por la fuerza y con diferentes utensilios, o sin fuerza y aprovechando los movimientos naturales del caballo.
Hay mucha gente que cuando la dices ésto, te dicen que no es posible domar un animal tan grande y fuerte si no es ejerciendo dominancia sobre él. Yo estoy convencido de que sí hay otras formas de hacer las cosas y no trato de convencer a nadie a que crea que el adiestramiento cerebral sea la forma de hacerlo, tan sólo os pido que lo hagáis contando siempre con el caballo, nunca obligándole ni maltratándole.
Podéis llamarlo como queráis, doma natural, doma clásica, doma vaquera, adiestramiento cerebral etc… como queráis, pero siempre hacedlo con respeto al caballo, ¡y no con respeto porque es muy fuerte y nos puede comer con patatas!, ¡no! con respeto, porque es un ser que siente el dolor igual que cualquier otro ser vivo.
En España y también en otros países no hay mucho respeto por el caballo y en general por los animales. Hay miles de casos de animales maltratados y cuando hablo de maltrato no sólo me refiero a maltrato físico, que lo hay y mucho, estoy hablando de maltrato psíquico que es peor y que es el que mucha gente no percibe, básicamente porque no saben nada del comportamiento natural del caballo.
Una gran parte de gente que tienen caballos en hípicas, no saben nada de caballos, lo único que saben es “montar”, equiparse bien con espuelas, bocados etc… y dar vueltas uno detrás de otro en una pista llena de letritas y no digo que esté mal, es básico saber hacer cambios de mano, espalda dentro etc… está bien hacer este tipo de ejercicios, pero mucha de esta gente no saben ni poner la silla a su caballo, no saben si le queda apretada u holgada, ni si el filete hace daño al caballo o no. (Con estas cosas que estoy diciendo lo único que pretendo es que vosotros intentéis completar más vuestra afición hacia el caballo y que tratéis de hacer más cosas con él, no os limitéis a montar y a dar vueltas como si fuerais máquinas programadas para hacer siempre lo mismo).
Deberíais ir a centros ecuestres donde enseñen *etología equina para saber con qué tipo de animal estáis tratando y qué tipo de cosas podéis o no pedirle.
Tratar de ir con él al campo lo más posible, pues eso es bueno para él y para nosotros, en el campo están las mejores pistas de competición, los mejores saltos, los mejores conos, todo lo que podamos tener en una pista lo tenemos fuera, y sin ninguna duda en el campo sentiréis un placer montando a caballo que no existe en ninguna pista de competición, ¡ahí sentiréis lo que es montar a caballo!
Si montáis a pelo sentiréis todo el movimiento del caballo y si os coordináis con él, entonces surgirá el centauro.
Quisiera explicar lo que se siente adiestrando caballos de una forma natural, pero sería muy largo de contar y muy difícil de expresar, ya sabes, hay sensaciones y sentimientos que no se pueden expresar, ¡hay que sentirlos!
Lo que sí te puedo decir, es que con esta forma de tratar con el caballo todos salen beneficiados, domar un caballo con el método que utiliza la domadora Lucy Rees y que ella llama doma natural (como podía haberle llamado de cualquier otra forma), es muy buena no sólo para enseñar al caballo, también lo es para nuestras mentes que están llenas de estrés y de tensiones.
Este tipo de adiestramiento es como un juego entre caballo y hombre, un juego en el que nosotros enseñamos al caballo a hacer una serie de cosas coordinándonos con él, de tal forma, que al final aprende a hacer lo que le pedimos y nosotros aprendemos a tomarnos la vida con tranquilidad y sosiego.
Te invito a que lo pongas en práctica con tu propio caballo y que notes el cambio en él y en ti.
*Etología equina: Estudio del comportamiento del caballo en su estado natural.
No hay comentarios:
Publicar un comentario